La clorofila, al ser consumida, actúa como un potente agente depurativo y revitalizante. Lo que facilita su absorción y utilización por el organismo. Una vez dentro, ayuda a oxigenar la sangre, estimula la producción de glóbulos rojos y blancos, y favorece la eliminación de toxinas. Contribuye a equilibrar el pH del cuerpo, promoviendo así una mejor salud general.